Cuando
era pequeño uno de mis máximos placeres era poder visitar la casa de mi
abuelita al punto de llevar a
pensar que realmente la pasaba bien e incluso que estaba mejor ahí que en
cualquier otro lado, me imagino esto llevo a conflictos mentales a mi mamá ya
que ella tenía una mala relación con doña Manuela como ella la llamaba y su
sistema familiar al parecer en ese fragmento de tiempo durante mi nacimiento
hasta la niñez ya mencionada habían ocurrido muchos problemas de adaptación a la
nueva familia. Mi padre que aun no se que roll desempeñaba en su primer hogar,
pero si llevándome a decir que al ser el último hijo (el “pucho”), debió haber
un vínculo enfermizo mientras apilaba las bases de su propia familia el hecho
lo empeoraba que manejaba un taxi que le pertenecía a doña Manuela, llegaba al
punto de chocar con el carácter fuerte, cambiante e incisivo de mi madre. El
hecho de empezar su nueva vida con problemas familiares parecería que no
afectaría a terceros pero las acciones que no se ven al igual que las palabras
que no se dicen son suficiente para afectar el funcionamiento de alguien, en
fin algunos detalles de estos efectos podría decir que podía sentir el malestar de mi
madre al “disfrutar de mi tiempo donde mi abuela” no le quedaba más ella ya empezaba a
trabajar y no tenia mucho tiempo, ella solo podía evidenciar como mi carácter y personalidad iban madurando desde otro macetero (una vez mientras comentaba algo con mi mama se me salió una frase común de la familia de alado de mi abuelita los testigos de Jehová: "¡Hay Jehová bendito!" y mi mamá frunció el seño y dijo molesta: Que dijiste!? eso aprendes allá )
Los recuerdos de mi madre en la niñes siempre me vienen de la imagen de una mujer de fuerte carácter muy recta no muy infantil ni apegada a los niños mas bien siempre la vi como una maestra, era fácil enojarla, son pocas las veces que bromeamos o jugamos juntos mas bien era mi papá el de los juegos y bromas pesadas, viene a mi mente un día soleado sin mucho que hacer mi mamá lavaba la ropa me imagino era un sábado, mi papá tomo un juego de pintalabios de la comoda de mi mamá y empezamos a pintar a mi hermano (el Pepito) de unos 3 añitos, le gustaba andar en calzonsillos por toda la casa obvio lo desnudamos y hasta sus partes las pintamos de rojo, llego a parecer un aborigen del Amazonas, mi mamá se puso histérica por sus labiales y empezó a retar a mi papá al cual poco le importaba siempre tenia su sonrisa picara muy parecía a la de mi hermano hoy en día. No es mi afán empequeñecer el valor o importancia de mi querida madre en mis casilleros afectivos pero entiendace que lucho siempre para salir adelante, ella estudiaba en otra ciudad mientras vivía en un publicito llamado "El Playon"(a pocos kilómetros de La Avanzada), criada por padres que estaban entrando a la senectud y luego en el colegio y universidad salio a vivir con su hermana mayor Lupe (+) quien vivía en una pequeña ciudad llamada Santa Rosa, su mente siempre estuvo enfocada en los estudios y el trabajo ya que su meta era salir de aquel pueblito al que no veía futuro.
Mi abuela Manuela sin embargo quien en el principio de mi desarrollo de conciencia fue una mujer fuerte de carácter, mal hablada y muy demostrativa en hechos y palabra las cosas que le ocasionaron malestar así que prácticamente se puede ser objetivo al decir marco mi infancia de sobremanera.
Los recuerdos de mi madre en la niñes siempre me vienen de la imagen de una mujer de fuerte carácter muy recta no muy infantil ni apegada a los niños mas bien siempre la vi como una maestra, era fácil enojarla, son pocas las veces que bromeamos o jugamos juntos mas bien era mi papá el de los juegos y bromas pesadas, viene a mi mente un día soleado sin mucho que hacer mi mamá lavaba la ropa me imagino era un sábado, mi papá tomo un juego de pintalabios de la comoda de mi mamá y empezamos a pintar a mi hermano (el Pepito) de unos 3 añitos, le gustaba andar en calzonsillos por toda la casa obvio lo desnudamos y hasta sus partes las pintamos de rojo, llego a parecer un aborigen del Amazonas, mi mamá se puso histérica por sus labiales y empezó a retar a mi papá al cual poco le importaba siempre tenia su sonrisa picara muy parecía a la de mi hermano hoy en día. No es mi afán empequeñecer el valor o importancia de mi querida madre en mis casilleros afectivos pero entiendace que lucho siempre para salir adelante, ella estudiaba en otra ciudad mientras vivía en un publicito llamado "El Playon"(a pocos kilómetros de La Avanzada), criada por padres que estaban entrando a la senectud y luego en el colegio y universidad salio a vivir con su hermana mayor Lupe (+) quien vivía en una pequeña ciudad llamada Santa Rosa, su mente siempre estuvo enfocada en los estudios y el trabajo ya que su meta era salir de aquel pueblito al que no veía futuro.
Mi abuela Manuela sin embargo quien en el principio de mi desarrollo de conciencia fue una mujer fuerte de carácter, mal hablada y muy demostrativa en hechos y palabra las cosas que le ocasionaron malestar así que prácticamente se puede ser objetivo al decir marco mi infancia de sobremanera.
Uno de
mis supuestos rivales afectivos era un primo que vivía en Quito por lo general Edwin
venia de visita y se podía notar la diferencia, al parecer ella cuido de él
antes de yo existir lo que explicaría la jerarquía afectiva en la que me
encontraba, también se cuenta que cuando era pequeño yo era el que mordía a mis primos contemporáneos contándolos de mayor a menor John, Kenito (de el no recuerdo mucho, pues falleció por un golpe que se dio mientras manejaba su bicicleta y yo estaba muy pequeño ), Madeley y Edwin –Un día por accidente encontré debajo de la cama un accesorio de juguete
famoso en la época (la pistola de un black ranger-Power Rangers), lo empece a mirar y mi imaginación volaba al tratar de pensar de que o quien era dicha pistola así que fui donde mi primo y le pregunte, el intento quitármelo de manera súbita y mientras correntiamos mi abuela se dio cuenta y lo llamo, yo me quede en el cuarto iba saliendo cuando escuche en voz baja, Abuela: te dije que no le mostraras el juguete que te compre . Edwin: yo no le mostré, el busco donde lo escondí, entonces me llevaron donde lo encontré y Edwin saco su famoso juguete y mi abuela con su tono molesto característico de ella -vamos a compra uno para el Manuel.
Así tuve mi primer Power Ranger, un accidente que me beneficio pero que a la vez me dio mucho que pensar del hecho de esconderme cosas para no comprar nada para mi, luego de esto entendí todo, lo bueno de esto era que cuando compraban algo para el lo compraban para mi, otro juguete que también tuve y me encanto en esta época fue un famoso Moto-Ratón que duro poco porque lo perdí enseguida ya que en este periodo viajaba mucho a quito mientras estaba de vacaciones, recuerdo algunas de las idas y venidas, a mi abuelita siempre le gustaba sentarse ni tan adelante ni tan atrás algunas veces en medio pero siempre en la ventana es así que una vez cuando ya estábamos llegando a casa mi abuela se estaba preparando para decirle al chófer que nos pare ya que el bus pasaba en frente de la casa, ya estábamos a una cuadra antes de llegar y me da a su perro (llamado tiempo) para que lo tenga mientras ella tomaba sus bolsos, cuando lo tome en mis brazos el chófer habré la puerta del bus porque ya se imaginaba que íbamos a bajar y previamente se le había pedido que nos deje en esa dirección, el perro tomo fuerzas y rasguñandome se me afloja y corre a dirección contraria del bus así que después del espectáculo en el bus e ir correr un poco para ver si lo encontramos y después de mandarlo a mi tío Jorge (único hijo soltero el cual vivió con ella hasta su defunción) por el se resigno a la idea de que se perdió "por mi culpa"
Lo interesante de pasar tiempo con mi abuela era que cuando éramos los dos solos tenia mucho espacio y ella no se ponía intensa era mas tranquilo pasar mis tardes con un mono en la mano que aun lo recuerdo y viendo televisión por cable las famosas Bananas en Pijamas y todo un lote de caricaturas. el hecho viene después de un tiempo, una serie de eventos uno de ellos cuando mis tío Vicente el doctor se cambiaria con su familia en la parte de abajo y llegaron los problemas entre mi tía Magaly y doña Manuela, problemas parecido a los que mi mamá tenia ósea de sistema, lo peor para mi que al parecer volvió el ambiente mas estresante cuando a mi me gusto mas pasar con ellos al punto de salir sin permiso ya que era tan callado y tímido ya que le tenia miedo al no! que venia revestido de regaños y a veces de insultos de parte de mi amada abuela, lo que siempre acepto y le gusto a ella era las cosas que enseñaba la religión a mis primos en especial a William el menor, que a su corta edad ya leía y tenia un dialogo fluido sin acomplejarse de nada también la vestimenta, ellos usaban traje y eso era lo mejor que podía ver mi abuela, un nieto bien vestido era su adoración. después de un tiempo no disfrutaba ese 100% como se imaginaba, el hecho mismo de no haber estado el tiempo de convivencia que tuvieron mis primos y en parte mi personalidad callada, sumisa y asustadiza hacían que empeore mi situación y no me cuadraban algunas cosas como por ejemplo jamas encaje en la norma del pantalón hasta el ombligo, aunque siempre me subían los pantalones poco tiempo después me los bajaba, entonces; ¿que hacia que mi tiempo donde mi abuelita sea un martirio a veces?, bueno martirio digamoslo así lo que en realidad se puede decir es que era para mi bien, siempre que llegaba a casa de mi abuela lo primero que tenia que hacer era las tareas obviamente después de comer, la comida siempre fue saludable con muchas porciones de vegetales como por ejemplo la col, favorita de ella, la cual nunca me acostumbre a comerla y siempre me la tragaba porque era imposible dejar comida en el plato.
Lo que me llamaba la atención de ir a casa de mi abuela entonces era poder darme un respiro a todo el lote de tareas encomendadas tanto por mi abuela como por la escuelita al escapar a casa de mi primo, aunque nunca me dijeron nada al menos era lo que pensaba, un día jugando en casa mi papá me pregunto: ¡Oye Manuel! porque no te gusta pasar tiempo con mi mami? yo pensaba en mi mente: "no fueron muchas las veces que me escape y siempre paso un tiempo en casa de mi abuela luego me escapo pero de todos modos ¡siempre estoy un rato con mi abuela!" pero nunca conteste esto, mas bien enfatice una escusa diciendo: el perro de mi abuela un día me mordió en el ombligo y siempre me quiere morder, yo tengo miedo. No mentí al decir que me mordió el perro, pero si mentí al decir que siempre me quiere morder y mucho menos le tenia miedo a un french poodle cruzado, en fin, mi padre era un hombre bromista, jovial y muy quisquilloso, así que jamás imagine que me preguntaría para luego llevarme a la jaula de los leones es decir a pedir disculpas a mi abuela por no pasar con ella cuando iba a su casa, No era lo común en el siendo el que menos protagonismo tenia en los disgustos paterno-filiar ya que nunca lo vi reprendiendo a ninguno de mis hermanos ni mucho menos a mi solo esta vez. En el transcurso del viaje a casa de mi abuela, el tiempo parecía eterno, y cuando llegamos encontré a uno de mis primos jugando con un palo en forma de espada en un lavadero improvisado debajo de una escalera que por cierto aun sigue ahí, y mientras subíamos John me empezó a hacer conversa y como lo menos que quería era seguir mi camino me hice el interesado en el capitulo de Thundercats que me contaba con mucho afán y yo en mi mente solo pensaba ojala no me pregunte para no dar una mala respuesta, luego de que mi papá se dio cuenta que me quede me llamo y contestando dije: estoy conversando con John, pero no sirvió de nada así que continué con mi trayecto; como oveja al matadero a la confrontación, ya en frente de ella que mientras se levantaba de su cama, no pude hablar, obviamente quede como mentiroso y me toco pedir disculpas, la recuerdo tan claro, ella siempre hacia una siesta en las tarde y justamente se estaba levantando de una, era tan gradual el tiempo que parecía tan delicada, lo que mas me sorprendió es que no se mostró molesta ni mucho menos alzo la voz como acostumbraba.
Luego de esto todo cambio para mi, ya no tenia que escaparme prácticamente podía pasar tiempo con mi primo William mas conocido como el "Guayito" quien era el intermediario para pedir permiso por mi, con el pase largas horas jugando con sus juguetes, viendo películas y jugando con sus vídeo juegos. El vivía en la la parte de abajo osea en el primer piso un tiempo luego se cambiaron al piso de arriba al final construyeron una clínica y todos vivían en el 3er piso pero en departamentos separados, el espacio del patio era el departamento de mi abuela. Ahora creo que en realidad me gustaba el hecho de tener un ambiente familiar en el que podía relajarme un poco, era como cambiar de un gobierno dictador a uno que nos permitía elegir lo que queríamos hacer, pero aquí lo interesante ellos igual tenían disciplina, recuerdo las tardes de lectura en familia. la dulzura y elocuencia combinada en una mujer, esta es mi tía Magaly, ella hizo bastante en mi estructura mental al darme las bases de una creencia mas clara de una Deidad y la manera de correcta de hacer mis oraciones, antes de esto solo sabia persinarme y de manera literal lo hacia de la misma manera que lo hacia el famoso actor ya occiso Roberto Gomez Bolaños en su papel de "el Chavo" cuando tenia miedo. Siempre que podía salia por la puerta para escuchar si mi primo estaba en casa y así salir llego el tiempo en que salia tan seguido que a veces no tenia noción del tiempo que pase con mi abuela ni el tiempo que paso con mi primo.
Los recuerdos que mas resaltan mi memoria de mi padre son las idas y venidas de la escuela cuando le tocaba llevarme o traerme, caminando y haciéndome preguntas alusivas en el entorno, jugando con lo que tenia a la mano y enseñándome a hacer cosas con papel o madera, desde anillos con un billete de 100 sucres (que luego me lo regalaría para mi recreo) hasta aviones inéditos , un día caminando de camino a la casa de mi abuela se detuvo en medio de la calle frente de una farmacia conocida por la familia de mi abuela como "la Loba", me pregunta "Manuel quieres un mango" obviamente asentí con la cabeza y el procedió a tumbar un mango que estaba casi a la mano, espontaneo y muy curioso lo recuerdo sentándose a mi lado y darle importancia a mis juegos y miedos chistoso para llamar la atención lo recuerdo burlándose de mi cuando aprendí a bailar la macarena obligado obviamente de la matriarca doña Manuelita. Todos los hechos que viví con el son momentáneos pero bien marcados ya que fue una época de transiciones como el cambio de vivienda, ya cuando estábamos yendo a la estabilidad ocurrió lo inesperado, la crisis a la cual no muchos quieren llegar, me gustaría hablar más de él antes de escribir el suceso pero la nostalgia me gana. Fue un día normal me levante como todos los días para ir a la escuela las cosas no iban bien en la escuela no me adaptaba claramente lo podía notar cualquiera ya que no tenía ningún amigo para mi casualidad la semana anterior mientras caminaba por el patio hacia la entrada de mi aula de clases, en la puerta estaba una compañera que hablaba algo con los que estaban dentro mientras me acercaba escuché un estruendo, los niños a dentro habían estado jugando pelota y habían quebrado un escudo que se encontraba en la parte superior del pizarrón, la niña que estaba en la entrada de la puerta dijo ¡ahora le cuento al director! Me señaló y me dijo acompáñame a ver al director aquí mi error, cuando fuimos a denunciar yo ya no regrese me quede comprando en la entrada de la escuela, sin imaginar que mié tras tanto en el Aula todos habían confabulado para echarme la culpa a mi "el nuevo", en fin al salir de la escuela mi mamá me llevo como castigo a ver como compraba el cuadro del escudo que le hicieron comprar por mi culpa, yo que nunca jugué pelota y que no tenia ni amigos, solo recuerdo que me gusto una niña porque se sentaba a mi lado su nombres es Laura (una vez la volví a ver en el parque del Nueve de Octubre pero no la pude ver a los ojos, ya estaba en el colegio pero aun era tímido, mi mamá hablo todo el tiempo con su mamá pero no alce la mirada), nadie me creyó, sentí impotencia pero lo extraño era que no le daba mucha importancia al hecho y creo que a veces no entendía lo que estaba pasando o solo no quería discutir con nadie ya que no conocía a nadie, luego fuimos a casa de mi abuela donde comíamos la famosa menestra que le salía increíble, cuando alguien grito en el portón algo que no se le entendió así bajamos todos al escuchar que era una mala noticia, mi papá había sufrido un accidente, mientras íbamos suponíamos lo peor hasta que del hospital de pasaje nos direccionaron a la morgue el lugar donde yacía mi padre, parecía aún estar vivo con su camiseta negra y su pantalón Jean escuché a mi madre destrozada gritarle a mi tío el Dr. Vicente el aun está vivo
Así tuve mi primer Power Ranger, un accidente que me beneficio pero que a la vez me dio mucho que pensar del hecho de esconderme cosas para no comprar nada para mi, luego de esto entendí todo, lo bueno de esto era que cuando compraban algo para el lo compraban para mi, otro juguete que también tuve y me encanto en esta época fue un famoso Moto-Ratón que duro poco porque lo perdí enseguida ya que en este periodo viajaba mucho a quito mientras estaba de vacaciones, recuerdo algunas de las idas y venidas, a mi abuelita siempre le gustaba sentarse ni tan adelante ni tan atrás algunas veces en medio pero siempre en la ventana es así que una vez cuando ya estábamos llegando a casa mi abuela se estaba preparando para decirle al chófer que nos pare ya que el bus pasaba en frente de la casa, ya estábamos a una cuadra antes de llegar y me da a su perro (llamado tiempo) para que lo tenga mientras ella tomaba sus bolsos, cuando lo tome en mis brazos el chófer habré la puerta del bus porque ya se imaginaba que íbamos a bajar y previamente se le había pedido que nos deje en esa dirección, el perro tomo fuerzas y rasguñandome se me afloja y corre a dirección contraria del bus así que después del espectáculo en el bus e ir correr un poco para ver si lo encontramos y después de mandarlo a mi tío Jorge (único hijo soltero el cual vivió con ella hasta su defunción) por el se resigno a la idea de que se perdió "por mi culpa"
Lo interesante de pasar tiempo con mi abuela era que cuando éramos los dos solos tenia mucho espacio y ella no se ponía intensa era mas tranquilo pasar mis tardes con un mono en la mano que aun lo recuerdo y viendo televisión por cable las famosas Bananas en Pijamas y todo un lote de caricaturas. el hecho viene después de un tiempo, una serie de eventos uno de ellos cuando mis tío Vicente el doctor se cambiaria con su familia en la parte de abajo y llegaron los problemas entre mi tía Magaly y doña Manuela, problemas parecido a los que mi mamá tenia ósea de sistema, lo peor para mi que al parecer volvió el ambiente mas estresante cuando a mi me gusto mas pasar con ellos al punto de salir sin permiso ya que era tan callado y tímido ya que le tenia miedo al no! que venia revestido de regaños y a veces de insultos de parte de mi amada abuela, lo que siempre acepto y le gusto a ella era las cosas que enseñaba la religión a mis primos en especial a William el menor, que a su corta edad ya leía y tenia un dialogo fluido sin acomplejarse de nada también la vestimenta, ellos usaban traje y eso era lo mejor que podía ver mi abuela, un nieto bien vestido era su adoración. después de un tiempo no disfrutaba ese 100% como se imaginaba, el hecho mismo de no haber estado el tiempo de convivencia que tuvieron mis primos y en parte mi personalidad callada, sumisa y asustadiza hacían que empeore mi situación y no me cuadraban algunas cosas como por ejemplo jamas encaje en la norma del pantalón hasta el ombligo, aunque siempre me subían los pantalones poco tiempo después me los bajaba, entonces; ¿que hacia que mi tiempo donde mi abuelita sea un martirio a veces?, bueno martirio digamoslo así lo que en realidad se puede decir es que era para mi bien, siempre que llegaba a casa de mi abuela lo primero que tenia que hacer era las tareas obviamente después de comer, la comida siempre fue saludable con muchas porciones de vegetales como por ejemplo la col, favorita de ella, la cual nunca me acostumbre a comerla y siempre me la tragaba porque era imposible dejar comida en el plato.
Lo que me llamaba la atención de ir a casa de mi abuela entonces era poder darme un respiro a todo el lote de tareas encomendadas tanto por mi abuela como por la escuelita al escapar a casa de mi primo, aunque nunca me dijeron nada al menos era lo que pensaba, un día jugando en casa mi papá me pregunto: ¡Oye Manuel! porque no te gusta pasar tiempo con mi mami? yo pensaba en mi mente: "no fueron muchas las veces que me escape y siempre paso un tiempo en casa de mi abuela luego me escapo pero de todos modos ¡siempre estoy un rato con mi abuela!" pero nunca conteste esto, mas bien enfatice una escusa diciendo: el perro de mi abuela un día me mordió en el ombligo y siempre me quiere morder, yo tengo miedo. No mentí al decir que me mordió el perro, pero si mentí al decir que siempre me quiere morder y mucho menos le tenia miedo a un french poodle cruzado, en fin, mi padre era un hombre bromista, jovial y muy quisquilloso, así que jamás imagine que me preguntaría para luego llevarme a la jaula de los leones es decir a pedir disculpas a mi abuela por no pasar con ella cuando iba a su casa, No era lo común en el siendo el que menos protagonismo tenia en los disgustos paterno-filiar ya que nunca lo vi reprendiendo a ninguno de mis hermanos ni mucho menos a mi solo esta vez. En el transcurso del viaje a casa de mi abuela, el tiempo parecía eterno, y cuando llegamos encontré a uno de mis primos jugando con un palo en forma de espada en un lavadero improvisado debajo de una escalera que por cierto aun sigue ahí, y mientras subíamos John me empezó a hacer conversa y como lo menos que quería era seguir mi camino me hice el interesado en el capitulo de Thundercats que me contaba con mucho afán y yo en mi mente solo pensaba ojala no me pregunte para no dar una mala respuesta, luego de que mi papá se dio cuenta que me quede me llamo y contestando dije: estoy conversando con John, pero no sirvió de nada así que continué con mi trayecto; como oveja al matadero a la confrontación, ya en frente de ella que mientras se levantaba de su cama, no pude hablar, obviamente quede como mentiroso y me toco pedir disculpas, la recuerdo tan claro, ella siempre hacia una siesta en las tarde y justamente se estaba levantando de una, era tan gradual el tiempo que parecía tan delicada, lo que mas me sorprendió es que no se mostró molesta ni mucho menos alzo la voz como acostumbraba.
Luego de esto todo cambio para mi, ya no tenia que escaparme prácticamente podía pasar tiempo con mi primo William mas conocido como el "Guayito" quien era el intermediario para pedir permiso por mi, con el pase largas horas jugando con sus juguetes, viendo películas y jugando con sus vídeo juegos. El vivía en la la parte de abajo osea en el primer piso un tiempo luego se cambiaron al piso de arriba al final construyeron una clínica y todos vivían en el 3er piso pero en departamentos separados, el espacio del patio era el departamento de mi abuela. Ahora creo que en realidad me gustaba el hecho de tener un ambiente familiar en el que podía relajarme un poco, era como cambiar de un gobierno dictador a uno que nos permitía elegir lo que queríamos hacer, pero aquí lo interesante ellos igual tenían disciplina, recuerdo las tardes de lectura en familia. la dulzura y elocuencia combinada en una mujer, esta es mi tía Magaly, ella hizo bastante en mi estructura mental al darme las bases de una creencia mas clara de una Deidad y la manera de correcta de hacer mis oraciones, antes de esto solo sabia persinarme y de manera literal lo hacia de la misma manera que lo hacia el famoso actor ya occiso Roberto Gomez Bolaños en su papel de "el Chavo" cuando tenia miedo. Siempre que podía salia por la puerta para escuchar si mi primo estaba en casa y así salir llego el tiempo en que salia tan seguido que a veces no tenia noción del tiempo que pase con mi abuela ni el tiempo que paso con mi primo.
Los recuerdos que mas resaltan mi memoria de mi padre son las idas y venidas de la escuela cuando le tocaba llevarme o traerme, caminando y haciéndome preguntas alusivas en el entorno, jugando con lo que tenia a la mano y enseñándome a hacer cosas con papel o madera, desde anillos con un billete de 100 sucres (que luego me lo regalaría para mi recreo) hasta aviones inéditos , un día caminando de camino a la casa de mi abuela se detuvo en medio de la calle frente de una farmacia conocida por la familia de mi abuela como "la Loba", me pregunta "Manuel quieres un mango" obviamente asentí con la cabeza y el procedió a tumbar un mango que estaba casi a la mano, espontaneo y muy curioso lo recuerdo sentándose a mi lado y darle importancia a mis juegos y miedos chistoso para llamar la atención lo recuerdo burlándose de mi cuando aprendí a bailar la macarena obligado obviamente de la matriarca doña Manuelita. Todos los hechos que viví con el son momentáneos pero bien marcados ya que fue una época de transiciones como el cambio de vivienda, ya cuando estábamos yendo a la estabilidad ocurrió lo inesperado, la crisis a la cual no muchos quieren llegar, me gustaría hablar más de él antes de escribir el suceso pero la nostalgia me gana. Fue un día normal me levante como todos los días para ir a la escuela las cosas no iban bien en la escuela no me adaptaba claramente lo podía notar cualquiera ya que no tenía ningún amigo para mi casualidad la semana anterior mientras caminaba por el patio hacia la entrada de mi aula de clases, en la puerta estaba una compañera que hablaba algo con los que estaban dentro mientras me acercaba escuché un estruendo, los niños a dentro habían estado jugando pelota y habían quebrado un escudo que se encontraba en la parte superior del pizarrón, la niña que estaba en la entrada de la puerta dijo ¡ahora le cuento al director! Me señaló y me dijo acompáñame a ver al director aquí mi error, cuando fuimos a denunciar yo ya no regrese me quede comprando en la entrada de la escuela, sin imaginar que mié tras tanto en el Aula todos habían confabulado para echarme la culpa a mi "el nuevo", en fin al salir de la escuela mi mamá me llevo como castigo a ver como compraba el cuadro del escudo que le hicieron comprar por mi culpa, yo que nunca jugué pelota y que no tenia ni amigos, solo recuerdo que me gusto una niña porque se sentaba a mi lado su nombres es Laura (una vez la volví a ver en el parque del Nueve de Octubre pero no la pude ver a los ojos, ya estaba en el colegio pero aun era tímido, mi mamá hablo todo el tiempo con su mamá pero no alce la mirada), nadie me creyó, sentí impotencia pero lo extraño era que no le daba mucha importancia al hecho y creo que a veces no entendía lo que estaba pasando o solo no quería discutir con nadie ya que no conocía a nadie, luego fuimos a casa de mi abuela donde comíamos la famosa menestra que le salía increíble, cuando alguien grito en el portón algo que no se le entendió así bajamos todos al escuchar que era una mala noticia, mi papá había sufrido un accidente, mientras íbamos suponíamos lo peor hasta que del hospital de pasaje nos direccionaron a la morgue el lugar donde yacía mi padre, parecía aún estar vivo con su camiseta negra y su pantalón Jean escuché a mi madre destrozada gritarle a mi tío el Dr. Vicente el aun está vivo
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